Entre los grabados rupestres de Azrou Klane(
Guelmin), en el Sur de Marruecos, hay un
barco que se parece a dos de los representados en los petroglifos de Oia .
El barco de Azrou Klane está en una gran laxe plana y
tiene muchos grabados. En ella se superponen varias cronologías, la
más antigua es Bóvido o estilo Sahara Central (3000-1000 a.c.); la fase
Media es amazigh o líbico bereber y corresponde
aproximadamente al medioevo (500-1500d.c.). Hay finalmente una fase
moderna y otra contemporánea; los
bereberes la han (re)utilizado durante siglos y la
utilizaron hasta ayer. La llaman La
Piedra Tatuada. Durante milenios ha habido una armónica continuidad en el uso religioso
y cultual de la roca.
. El arte rupestre atlántico en Galicia permitió la figuración animal
que no existe en Gran Bretaña e Irlanda. La incorporación del ciervo al
geometrismo circular abre una brecha que permitirá luego la incorporación de otras
figuras como algunas serpientes y bóvidos, los reticulados cuadrangulares,
los ciervos de grandes tamaños, las montas de equinos. O los
cuchillos y alabardas, o el barco de Oia, que pertenecerían a los últimos momentos
del arte atlántico. El estudio riguroso ha llevado a concluir que el barco de
Oia responde a un modelo mediterraneo y posiblemente egipcio. (F.J.Costas Goberna/
Antonio de la Peña .2011)
En Oia y Azrou Klane nunca se habían visto antes barcos de sus características. Están a más de mil quilómetros del Estrecho de Gibraltar, son la mayor distancia que se puede testimoniar en la navegación atlántica de las embarcaciones mediterráneas. Sobrepasadas las columnas de Hércules, un barco desciende la costa marroquí hasta donde empieza el desierto del Sahara. El otro sube la costa portuguesa hasta un poco antes del cabo Finisterre, donde empieza el Cantábrico y la navegación de altura a Bretaña e Inglaterra..
Azrou Klane esté a 150 km de la costa, el barco de Oia está a 1km de
un pequeño puerto natural, el
único en los 30 km de inhóspita costa que hay entre el monte Tecla y
Cabo Silleiro
La longue durée de l’Art rupestre au Sahara, questions et enjeux : l’exemple d’Azrou Klane
La longue durée de l’Art rupestre au Sahara, questions et enjeux : l’exemple d’Azrou Klane
Hay un conjunto de siete barcos más antiguo que los de Oia y Azrou Klane. Están en la cueva de la Laja Alta, en Jimena de la Frontera (Cadiz), y son el motivo central de sus pinturas prehistóricas de estilo esquemático levantino realizadas entre finales del Neolítico y el principio del calcolítico. (Garcia Alfonso, Eduardo). Está situada en una garganta de un alto lugar con vistas a la bahía de Algeciras y el Estrecho de Gibraltar. Sus barcos son de varios estilos, tienen remos, vela o ambas cosas; podrían describir un protopuerto con sus diferentes tipos de embarcaciones. Un sitio importante por su situación estratégica en el Mediterráneo occidental y en las comunicaciones marítimas con el Levante español, Africa del Norte y el Atlántico.
En la cultura nurálgica de
Cerdeña, se conocen varias lámparas de aceite votivas realizadas en bronce que
representan barcos; y algunas tienen un ciervo como mascarón de proa. Lo que ha
ayudado a estudiar el transporte marítimo durante el periodo final de la Edad
del Bronce y la Edad del Hierro, en sus aguas interiores y a mar abierto.
Cerdeña será el punto de relación fundamental entre el Atlántico y el
Mediterráneo desde mucho antes
El comienzo de la metalurgia abre una nueva
etapa en el megalitismo europeo, aparecen los menhires antropomorfos con armas
metálicas, sobre todo en el Sur de Francia, pero también en Cerdeña. En el arte
rupestre atlántico la llegada de los primeros puñales y alabardas suponen el
principio del fin. Los grabados desaparecen en Gran Bretaña e Irlanda, pero en
Galicia y el Norte de Portugal se siguen
haciendo durante un corto periodo en el que se incorporan las armas, en algunos
casos solas y de gran tamaño. En otros perfectamente integradas en los diseños
geométricos. Muy probablemente la incorporación del ciervo fue anterior, la
ruptura del rigorismo iconoclasta que supuso abrió la puerta a otras
incorporaciones de motivos. Al avanzar en la Edad del Bronce no encontraremos
nada parecido a las decenas de pequeñas figuras de guerreros u otros personajes,
que aparecen en Cerdeña o en la cultura ibérica. No hay
figuración en cobre. Entre el arte rupestre atlántico y el vacío que hemos
mencionado, solo hay las estelas de guerrero extremeñas, de las que ha
aparecido recientemente un ejemplar en Orense. En ellas aparece la espada con
escudo y hay un carro; el objeto metálico no es ya un objeto de adoración y
prestigio de la comunidad, sino atributos de personajes principales o jefes.
Mont Begó |
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